martes, 12 de diciembre de 2017

Los 7 Tipos de Compañeros de Trabajo

No hay un puesto de trabajo igual que otro, pero los compañeros irritantes con los que te puedes topar en cualquier ámbito laboral tienden a ser sorprendentemente similares. Su capacidad para sacar de quicio puede que no suponga un motivo de queja al departamento de Recursos Humanos, pero afecta negativamente al rendimiento general de todos los compañeros.
Presta atención a los tipos de compañeros irritantes de los que más quejas oyen los terapeutas y a los consejos que dan estos expertos para tratar con ellos.

1. El quejica

A todos os molesta la temperatura que hace en la oficina y a nadie le gusta el ridículo calendario de vacaciones que ha organizado la empresa, pero el quejica parece disfrutar protestando sin parar. Si quieres que se calle para poder concentrarte en el trabajo, la terapeuta Amanda Stemen sugiere que le propongas soluciones. Si sus quejas tienen fundamento y solución, con suerte ya no tendrás que volver a oírlas.
Si, por el contrario, sus quejas no tienen razón de ser, "dejará de protestar cuando vea que eres una persona que busca solucionar los problemas en vez de seguirle el juego". "Si la negatividad de esa persona persiste, siempre les recuerdo a mis clientes que pueden escapar diciendo algo como: 'Perdona, pero tengo que seguir con el trabajo", recomienda la experta.

2. El jefe incompetente

Cuando uno de tus superiores preside la reunión trimestral de la empresa, muchas veces le escuchas hablar y piensas: "¿Cómo demonios ha hecho esta persona para conseguir ese puesto con la cantidad de gente competente que se lo merece más que él?". Las quejas sobre un superior incompetente están entre las más comunes que reciben psicólogos como la orientadora ejecutiva Kate Snowise en su gabinete:
"Es el tipo de persona que pasa la mayor parte de su tiempo tratando de aparentar que sabe lo que está haciendo. Puede limitarse a hojear folios, fumar y mirarse al espejo, pero a muchos de ellos se les da muy bien fingir que son útiles".
Su consejo es mostrarle respeto a esa persona a la vez que tratas de buscar formas de trabajar al margen de su supervisión.
"Pregúntate: ¿hay algún otro líder en la empresa a quien puedas recurrir como mentor informal? ¿Hay alguna otra persona que pueda ayudarte a sobrellevar tus frustraciones o preocupaciones? Si no es el caso, resiste. Los jefes incompetentes suelen consumirse solos y, según mi experiencia, acaban abandonando por su propio pie o siendo apartados", comenta Kate Snowise.

3. El cotilla

Es una persona con la que siempre puedes contar para mantenerte al día de la vida privada de todos los compañeros: citas secretas, el gusto por el alcohol que muestra el nuevo compañero en Instagram... Para pararle los pies y volver a aprovechar el tiempo, la psicoterapeuta Tina Tessina recomienda aplicar la técnica psicológica del tiempo fuera.
"Básicamente, respóndele de forma educada y profesional, pero sé discreto librándote de esa persona. Si acude a tu escritorio con un cotilleo, dile: 'Perdona, tengo unos plazos que cumplir', y sigue trabajando. No tienes por qué hacerte amigo de nadie en el trabajo", apunta.

4. El jefe que quiere controlarlo todo

Sábado a las 8:45. Recibes un correo de tu jefe con un problema que podría esperar tranquilamente hasta el lunes. Ese comportamiento sobrecontrolador no acaba ahí, ya que está cada dos por tres pidiendo las actualizaciones del avance de los proyectos y exigiendo estar en copia de TODOS los correos del trabajo.
Esa actitud crea, inevitablemente, una atmósfera de desconfianza en el trabajo que afecta de forma negativa a la moral y productividad de todos los trabajadores, tal y como asegura la psicoterapeuta Alena Gerst.
"A menudo, los que quieren controlar todos los pequeños detalles muestran su falta de confianza en los demás, muchas veces sin saber que lo hacen", explica Gerst.
La mejor forma de lidiar con la persona controladora de tu trabajo es demostrar, hasta donde te sea posible, tu competencia. Al fin y al cabo, te contrataron o ascendieron por algo.
"No permitas que tu jefe te pisotee, pero demuestra que eres una persona meticulosa y que se puede confiar en ti. Recuérdaselo verbalmente si es necesario, para que aprenda a darte el espacio que necesitas para hacer tu trabajo", aconseja la experta.

5. El comunicador sin tacto

Este compañero de trabajo tiene un don natural para enviar correos electrónicos tan directos (INCLUSO EN MAYÚSCULAS para destacar la importancia de su mensaje) que se olvida de los modales y de que las palabras pueden hacer daño.
Cuando hay que tratar con un comunicador sin tacto, Kate Snowise recomienda hacerlo cara a cara siempre que sea posible:
"Los correos electrónicos y demás tipos de comunicación digital se prestan mucho a ser malinterpretados y, en muchas ocasiones, a la gente se le olvida incluir cordialidades que sí transmitirían en una conversación normal. Así que, si te encuentras ante un comunicador sin tacto, trata de mantener la mayor parte de vuestras conversaciones en persona o por teléfono".

6. El holgazán

Si pudieras dejar críticas a la gente como se suele hacer con los restaurantes, a este tipo de compañero le darías cero estrellas. Las quejas sobre los compañeros de trabajo vagos son de las más comunes y continuas, según el psicólogo José Sandoval. Además, el quejica a veces también entra en esta categoría.
"Muchos clientes se quejan, pero normalmente se acaban autosaboteando al hacer tareas que van más allá de su responsabilidad para compensar las que no hace el holgazán. Lo que hago yo es tratar de mejorar su comunicación asertiva. Suelo recomendar que busquen una solución involucrando a alguien que pertenezca al nivel administrativo de la empresa que quizás sea capaz de delegar algunas responsabilidades específicas", explica Sandoval.

7. El aprovechado

Este compañero de trabajo se lleva sutilmente (o no siempre tan sutil) el mérito de tu trabajo y acude cada dos por tres a ti para pedirte ayuda sin intención de devolver el favor. El consejo que da Tina Tessina para tratar con este irritante tipo de compañero es dejar de ser tan servicial.
"A no ser que esa persona sea tu jefe, dile: 'Perdona, tengo demasiado trabajo para ayudarte ahora mismo' o 'Te ayudo a hacer esto si tú me ayudas a hacer lo otro'. Y, entonces, esperar a que haga lo que le has pedido antes de hacer lo que te ha pedido a ti", plantea la experta. "Y si te quitan el mérito de tu trabajo, expón en un correo electrónico el trabajo que habías hecho antes de pasárselo a esa persona; así tienes pruebas de que las ideas son tuyas. Y esto también sirve para los jefes", advierte.

3 comentarios:

  1. parte 1º

    -

    http://www.citapreviainem.es/mobbing-acoso-laboral-como-defenderse/

    ¿Soy víctima de acoso?
    Para determinar si existe acoso laboral hay que hacer un análisis particular de cada caso.  Hay situaciones que pueden implicar acoso laboral, como:
    Separación y aislamiento respecto del resto de compañeros, tanto físicamente como prohibiciones de comunicarse
    No dar carga de trabajo, encargar trabajos degradantes o que corresponden a trabajos de inferior categoría
    O por el contrario una sobrecarga excesiva de trabajo
    No poder comunicarte con tus superiores o una negativa a todo lo que se pide
    Poner en cuestionamiento todo lo que se realiza y desprestigio profesional
    Insultos y ofensas verbales, amenazas, frases discriminatorias, intimidación….
    Trato totalmente diferenciado y discriminatorio respecto al resto de compañeros
    Ataques a la vida privada del trabajador
     
    ¿Acoso o simplemente órdenes del empresario?
    Hay que saber diferenciar cuando estamos ante un acoso laboral y cuándo ante unas órdenes del empresario. El empresario tiene la facultad de dirigir el desarrollo del trabajo, pero las órdenes que imparta tienen que respetar siempre los derechos del trabajador, sin atentar contra su dignidad, integridad moral o física.  Aunque en ocasiones no se comprendan o compartan las órdenes recibidas, no en todos los casos habrá una situación de acoso laboral.
     
    Lo más importante: conseguir pruebas
    El mayor problema cuando se es víctima de un acoso laboral es conseguir las pruebas que lo demuestren. Por ello, es  fundamental recopilar todas las pruebas posibles:
    Documentos escritos: correos, circulares, notas, encargos o órdenes de trabajo, cambios de puestos o de funciones…
    Conversaciones grabadas. En los juicios laborales se pueden utilizar estas grabaciones siempre que el trabajador participe en la conversación, sin tener que avisar que se está grabando.
    Testigos que puedan declarar sobre los hechos, pueden ser compañeros, clientes, trabajadores de otras empresas que vean los hechos…
    Fotografías de los hechos.
     
    ¿Qué puede hacer un trabajador que sufre el acoso laboral?
    Existen varias opciones, dependiendo del tipo de acoso recibido, de las pruebas que se tienen, de donde proviene el acoso, etc.  Son situaciones complejas para las que se debe contar con asesoramiento profesional que indique los pasos a dar en casa momento.
     
    a) Denunciar el acoso sin tener acudir a los juzgados
    Presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo (+ info)  : es una de las mejores opciones. Habrá que adjuntar copia de todas las pruebas que se tengan. El inspector, de forma anónima, sin indicar quien es el trabajador denunciante, investigará los hechos. Con lo que descubra redactará un acta, con lo que tendríamos otra prueba para posteriores juicios con esta acta. Además el Inspector puede obligar a la empresa a cesar en el acoso o a tomar las medidas necesarias para que el acoso termine, y podrá sancionar a la empresa tanto por ser el origen del acoso como por no haberlo evitado al tener la obligación de velar por la salud de sus trabajadores.
    Ver si  en el Convenio Colectivo (+ info) existe un protocolo frente al acoso, y en ese caso activarlo.
    Ponerlo en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud de la empresa: en el caso de que exista ese comité, para que dentro de la empresa se investiguen los hechos y se tomen las medidas necesarias. Suele funcionar solo cuando es un acoso producido entre compañeros, no por la empresa.
    Denunciar a la dirección de la empresa: cuando el acoso no proviene de la propia empresa. La empresa tiene la obligación de velar por la salud de sus trabajadores y evitar este tipo de situaciones. Normalmente no es una medida muy efectiva.
    b) Acudir a los Juzgados
    Hay varias vías y jurisdicciones a las que acudir:
    Jurisdicción Social
    Existen procedimientos laborales que se pueden poner en marcha:
     

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  2. partre 2ª
    Demanda por tutela de Derechos Fundamentales: para la defensa de la dignidad del trabajador y contra el acoso recibido, de forma que el Juez constate este acoso y obligue al acosador a cesar. Es un procedimiento urgente y preferente.
    Procedimiento para extinguir la relación laboral: pedir que se rompa la relación laboral debido a este acoso por parte de la empresa y que se le reconozca la máxima indemnización como si fuese un despido improcedente (+ info)  y la posibilidad de pedir la prestación por desempleo.
    Procedimiento reclamación daños y perjuicios: junto a la tutela de los derechos fundamentales o a la extinción se puede pedir que la empresa pague los daños y perjuicios soportados y derivados del acoso. Será necesario cuantificar estos daños y demostrarlos.
    Reclamar todos los derechos: en el caso de querer una salida lo más rápido posible de la empresa, debido al acoso recibido por la empresa y una vez demandando el acoso, es posible empezar a demandar todos los derechos que se tienen: diferencias salariales, la condición de indefinido , la antigüedad real , el horario, la categoría, las horas extra no pagadas … para al final la empresa acabe despidiendo al trabajador. Al ser despedido, ya no se estará sufriendo el acoso y se se tendrá que impugnar el despido (+ info) , indicando que el motivo real del despido es el acoso recibido y las denuncias presentadas.
    En algunos de estos procedimientos se puede pedir al Juzgado que autorice al trabajador a no ir a trabajar hasta que se resuelva el juicio, y que la empresa tenga que seguir pagando el salario. Y en la mayoría de los casos será necesario demandar tanto a la empresa como al acosador.
    Además hay que tener en cuenta que en los procedimientos por acoso, como norma general el trabajador tiene que mostrar los indicios del acoso recibido y será la empresa la que tiene que demostrar que este acoso no ha existido.
    Procedimiento Penal
    Se pueden iniciar procedimientos penales:
    Contra el acosador: el acoso laboral puede llegar a ser un delito por las coacciones, agresiones y amenazas recibidas
    Contra la empresa: por no haber tomado las medidas necesarias contra el acoso o para minimizar los daños del acoso
    Procedimiento Civil
    Se pueden solicitar responsabilidades extracontractuales del agresor, en el caso de no ser el empresario
    Procedimiento Contencioso-Administrativo
    Cuando se es funcionario público no se debe de acudir a la vía laboral si no a la vía contenciosa. En la Administración Pública existe un protocolo contra el acoso, para solicitar a los superiores jerárquicos que se finalice con el acoso. En el caso de no actuarse, existe la posibilidad de demandar ante los Juzgados Contencioso-Administrativo, así como pedir una indemnización por daños y perjuicios.
     
    La ayuda frente al mobbing
    Además de las actuaciones que  se pueda hacer contra este acoso, es fundamental recibir ayuda psicológica para evitar las enfermedades y los estados que se pueden derivar de este tipo de situaciones y buscar el apoyo familiar familiar. Además, en todas las provincias existen plataformas de afectados en las que se pone en común información y recursos.
    En caso de que la situación sea insostenible, el trabajador acosado debe acudir al médico de cabecera, informándole de estos hechos y si la situación lo requiere, solicitando la baja médica. Tanto el médico de cabecera como el especialista pueden elaborar un informe en el cual se detalle el estado del trabajador y si padece enfermedad.  Estos informes médicos y psicológicos formarán parte del conjunto de pruebas en favor del trabajador.
    No actuar violentamente contra el acosador
    Hay que evitar situaciones en las que el trabajador devuelva al acosador los daños sufridos. Si a pesar de ser la víctima,  se golpea, insulta, o veja  a otro trabajador o a un superior jerárquico, el trabajador acosado puede ser sancionado  o despedido disciplinariamente  por estos hechos.
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  3. Gracias Chifu
    Da gusto cuando alguien sabe sobre un tema.
    Yo colgué una parodia y tu has sabido reconducirnos hacia un hecho penoso.
    Llevo en el mercado laboral más de 40 años y te aseguro que he sufrido de todo tipo de acoso, siendo una ignorante solo me quedaba aguantarme.
    Hoy, con mis años no lo suyo ni permito que nadie en mi entorno lo sufra.
    Un millón de gracias por tu aporte. Seguro que a más de uno le va a servir
    Gracias

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Por favor, todo comentario o escrito CONSTRUCTIVO, espero entre todos no avergonzarnos de ponernos al nivel de los que no queremos.
Gracias